El 3 de diciembre de 2021 se celebrará el “Día Internacional de las Personas con Discapacidad”, englobando tanto la discapacidad física como la mental. El motivo de este día es recordar la necesidad de seguir trabajando en su inclusión en la sociedad, así como de atraer a todas las personas posibles a cooperar con esta causa. Entre sus necesidades están la del reconocimiento, la de la adaptación de su entorno y la de facilitar todos aquellos tratamientos que sean necesarios para el cuidado de su salud. Entre estos cuidados están las sesiones de fisioterapia, básicas en muchos casos. Desde CRF Montigalà, expertos en fisioterapia en Badalona, os hablamos de ello.
La discapacidad física y la importancia de la fisioterapia
Se calcula que una de cada 10 personas sufre alguna discapacidad, por lo que no se puede decir que se trate de casos poco frecuentes o padecimientos aislados. De estas, muchas tienen un problema muscular, nervioso, óseo, visual, auditivo o de otra índole que es superior al 33 %. Según la base estatal de datos de personas con discapacidad del Ministerio de Sanidad, son cerca de 400.000 las que se ven afectadas en mayor o menor grado.
La fisioterapia y la discapacidad física tienen una relación muy importante. Podría decirse que esta disciplina es imprescindible para ayudar a los que ven mermadas sus capacidades motoras por una enfermedad, un accidente o cualquier otra causa que afecte a su sistema motor. Mejora la constitución y también ayuda a que no se produzcan atrofias o molestias crónicas asociadas a esa dolencia.
Los fisioterapeutas elaboran programas orientados a favorecer la integración y la igualdad de oportunidades para aquellos que sufren una discapacidad física. Las mejoras les ayudan a participar e interactuar en su contexto social a mayor grado. Es decir, que puedan realizar el mayor número de tareas posibles en un entorno escolar, laboral o familiar, entre otros.
Cómo ayuda la fisioterapia a personas con discapacidad física
La actividad física que se mantiene en la fisioterapia reporta muchos beneficios físicos y psicológicos. Por un lado, evita los dolores causados por mantener siempre las mismas posturas. También mejora la condición física en general y el estado emocional de los pacientes.
Reducción de las contracturas
En muchos casos, el cuello y el trapecio sufren contracturas. La falta de movilidad en los miembros inferiores o superiores incide directamente en la musculatura de la columna y del cuello. Los ejercicios de un fisioterapeuta ayudan a minimizar este daño asociado.
Mejoras motoras
Muchas capacidades físicas pueden mejorarse. Los ejercicios de un fisioterapeuta ayudarán a recuperar el máximo posible de la movilidad. Incluso en los casos en los que no tengan opción de recuperación, se ayuda a mejorar otras habilidades y así alcanzar el mayor grado de autosuficiencia.
Mejoras respiratorias
Una actividad física moderada y controlada acelera la respiración. Los pulmones aumentan su capacidad y envían una mayor cantidad de oxígeno a la sangre, lo que mejora la regeneración celular y otras funciones.
Mejoras cardiovasculares
El corazón y los vasos sanguíneos también mejoran. Esto evita dificultades circulatorias que pueden agravar los problemas o crear otros nuevos.
Estado emocional
Alcanzar nuevos logros con la ayuda de un fisioterapeuta es vital para mejorar la autoestima y generar confianza en uno mismo. Con un buen programa, las mejoras son significativas y aquellas metas que antes parecían inalcanzables ahora se convierten en realidades.
Como puedes ver, la fisioterapia mejora notablemente el bienestar de personas con discapacidad física. La actividad y mantener rutinas saludables influyen en la recuperación física, en la prevención de atrofias y en el estado emocional. Todo esto, unido al apoyo de familiares, amigos y personas concienciadas, es fundamental para la integración en todos los entornos de aquellos que sufren problemas de movilidad.
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