El dolor de espalda es habitual, pero no hay que aceptarlo como normal. Es necesario conocer su origen y tratarlo. Desde CRF Montigalá, expertos en fisioterapia y rehabilitación en Badalona, queremos hablarte de una de sus posibles causas: la espondilitis anquilosante.
¿Qué es la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante es una dolencia crónica e inflamatoria que afecta a las articulaciones de la columna vertebral. Esta enfermedad provoca que las vértebras se fusionen entre sí y se anquilosen, es decir, que pierdan su flexibilidad.
Cuando sucede lo que estamos comentando, en algunos pacientes las articulaciones pierden movilidad. Suele ser el momento en el que se diagnostica la espondilitis y es cuando ya está bastante avanzada.
¿Cuáles son las causas de la espondilitis anquilosante?
No se conoce con exactitud el origen de la espondilitis anquilosante. Sin embargo, sí parece claro que la genética influye. Es habitual que haya más de un caso entre familiares directos y además se ha identificado un antígeno en el 90 % de todos los pacientes. Eso sí, no todas las personas que lo tienen sufren esta dolencia.
En otras palabras casi todos los pacientes que padecen esta enfermedad tienen este antígeno, en concreto el HLA-B27. Sin embargo, hay muchas personas con esta proteína presente en su sangre y que no sufren espondilitis anquilosante.
Se cree también que los pacientes que fuman o que sufren obesidad tienen más opciones de un peor pronóstico, pero no se tiene tan claro que puedan desencadenar la espondilitis anquilosante.
¿Cuáles son los síntomas de la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica y que avanza con el paso del tiempo. Es necesario actuar cuanto antes para no perder por completo la flexibilidad de la columna y que todas las vértebras se fusionen.
Los primeros síntomas son dolor en la zona lumbar por las noches, que mejora al caminar. Por la mañana la espalda estará rígida y poco a poco volverás a sentirte bien.
Según vaya progresando notarás que pierdes movilidad en la columna y que hay algunas actividades que te cuesta realizar. En ocasiones, estos problemas se extienden a otras articulaciones del cuerpo.
El dolor suele ser leve y mantenerse. No obstante, también se pueden tener brotes y luego estar un tiempo sin ninguna clase de síntoma. La fiebre, el malestar general o la pérdida de apetito se pueden relacionar con esta dolencia.
¿Quiénes suelen padecer la espondilitis anquilosante?
La enfermedad suele aparecer más en hombres que en mujeres, que además tienen síntomas más leves. Lo hace entre los 20 y los 30 años de edad. Se diagnostican unos 7 casos por cada 100.000 habitantes cada año.
¿Cómo se diagnostica la espondilitis anquilosante?
Es necesario analizar los síntomas que manifiesta el paciente para diagnosticar la espondilitis anquilosante. También una exploración física y realizar alguna prueba de imagen. Con una radiografía de la pelvis y la columna vertebral se puede observar la inflamación en las articulaciones y en las vértebras.
Una analítica puede detectar la presencia del antígeno que hemos mencionado en sangre para confirmar el diagnóstico. En ocasiones las pruebas de imagen no son muy esclarecedoras porque los síntomas pueden aparecer antes de que se detecte la inflamación. Algo que sí se podría conseguir con una resonancia magnética mejor que con una radiografía.
¿Cuál es el tratamiento de la espondilitis anquilosante?
Es crónica y por lo tanto no tiene cura. Se trata con medicación para aliviar el dolor. También con fisioterapia con ese mismo propósito y para mejorar la movilidad. La práctica de deportes aeróbicos suele resultar beneficiosa.
En CRF Montigalá somos expertos en esta afección. Una enfermedad que ahora ya sabes que es crónica, pero que puedes mejorar sus síntomas si la abordas de manera adecuada. Contáctanos.