Crónica y degenerativa, la fibrosis quística es una enfermedad que representa un grave problema de salud. Detectarla a tiempo es esencial para conservar la calidad de vida de la persona afectada y evitar complicaciones que podrían desembocar en la necesidad de un trasplante pulmonar y/o hepático. Hoy te hablamos en profundidad de ella y te explicamos cómo podemos ayudarte en nuestro centro de fisioterapia en Badalona para su tratamiento.
¿Qué es la fibrosis quística?
La fibrosis quística es una enfermedad de las glándulas mucosas y sudoríparas que afecta principalmente a los pulmones y al aparato digestivo. Se trata de un trastorno hereditario que afecta a las células implicadas en la producción de mucosidad, sudor y jugos digestivos, haciendo que estas secreciones sean más pegajosas y espesas. De esta forma, en lugar de actuar como lubricantes, estas se acumulan en los conductos, generalmente dentro de los pulmones y el páncreas. Como consecuencia, se producen unos síntomas de carácter respiratorio (tos persistente con mucosidad, falta de aliento, silbido al respirar, intolerancia al ejercicio) y de carácter digestivo (mal oler en las heces, problemas de peso y crecimiento, estreñimiento, etc.).
¿Cuáles son las causas de la fibrosis quística?
Como avanzábamos en líneas anteriores, la fibrosis quística es una enfermedad hereditaria en la que un defecto genético altera una proteína que regula el movimiento de la sal al ingresar en las células y salir. La consecuencia es una mucosidad espesa y pegajosa en los aparatos respiratorio, digestivo y reproductivo.
¿Cómo se trata la fibrosis quística?
Aunque en la actualidad no existe una cura para la fibrosis quística, se dispone de diversos tratamientos para paliar los síntomas y reducir las complicaciones. Para ello se utilizan diferentes tipos de medicamentos: antibióticos, para tratar y prevenir las infecciones pulmonares, antiinflamatorios, para disminuir la inflamación en las vías respiratorias, broncodilatadores, para mantener las vías abiertas y fármacos que ayuden a expulsar la mucosidad. Además, es común recurrir a otras disciplinas para ayudar a la persona afectada a convivir mejor con la enfermedad y mejorar su calidad de vida. Este es el caso de la fisioterapia.
La fisioterapia en el tratamiento de la fibrosis quística
La fisioterapia respiratoria se utiliza en las personas afectadas con fibrosis quística para ayudarles a mantener las vías respiratorias limpias de secreciones. Se trata de una terapia esencial en estos pacientes en quienes se aplica de forma individualizada, según las características y el grado de afectación.
Para aplicarla, se recurre a una serie de técnicas manuales y ejercicios respiratorios que favorecen el drenaje y la eliminación de las secreciones bronquiales. Estos deben practicarse, además, de forma regular, en algunos casos varias veces al día. Por ello, el fisioterapeuta especializado enseñará los ejercicios para que puedan ser practicados posteriormente de forma autónoma.
La fisioterapia respiratoria correctamente prescrita y practicada aumenta la capacidad respiratoria, incrementando la tolerancia a la actividad física y permitiendo que la persona se vea mucho más capaz de realizar ciertas actividades de su vida cotidiana.
Si tienes fibrosis quística o cuidas de alguien con esta enfermedad y estás buscando el mejor tratamiento de fisioterapia respiratoria, en CRF Montigalà podemos ayudarte. Ponte en contacto con nosotros sin compromiso.